¿Qué es importante saber?

El conocimiento de lo que se puede esperar y del modo de enfocar los problemas puede ayudar a facilitar la adaptación mutua:


  • Empezar la lactancia lo más pronto posible después del parto. Lo mejor sería empezar ya en la sala de partos, siempre que sea posible. 
  • Conseguir por anticipado la ayuda del tocólogo para que la madre pueda ya amamantar a su hijo en la misma sala de partos, si todo ha ido bien. Concretar también la posibilidad de tener al recién nacido en la habitación o bien de darle el pecho cuando él lo pida. 
  • Conseguir ayuda profesional, siempre que sea posible. En algunos países, una especialista en lactancia asesora a la madre en los dos primeros días de vida del bebé (como mínimo)o ofreciéndole consejos y tal vez bibliografía. Si la madre no puede contar con este servicio, lo mejor es que pida en el hospital si es posible que una enfermera que sepa de lactancia o un especialista en ella esté presente para observar su técnica y corregirla en caso necesario. 
  • Limitar las visitas para aumentar las posibilidades de dar el pecho. 
  • Tener paciencia si el bebé se está recuperando del parto. 
  • Asegurarse de que el apetito y el instinto de succión del bebé no son saboteados entre las tomas. Asegurarnos de que el bebé sólo tome el pecho, nada de biberones. 
  • Amamantar según el sistema de demanda, como mínimo entre ocho y doce tomas al día, aunque la demanda no llegue a este nivel. 
  • Dar de mamar el tiempo que quiera el bebé. Antes se solía aconsejar que si las primeras tomas eran cortas se endurecían progresivamente los pezones evitando que quedaran doloridos. El dolor en los pezones, no obstante, es un resultado de una posición incorrecta del bebé en ele pecho y tiene poco que ver con el tiempo de la toma. La mayoría de recién nacidos requieren entre diez y cuarenta y cinco minutos para completar una toma. Siempre que la posición sea correcta, no hay necesidad de limitar este tiempo. Lo ideal es que como mínimo un pecho se vacíe del todo en cada toma; esto es más importante que conseguir que el bebé succione de ambos. 
  • No dejar dormir al bebé si con ello se salta una toma. Si ya han pasado tres horas desde la última toma, ha llegado el momento de despertarlo. 
  • No dar de mamar nunca a un bebé que llora. 
  • La madre intentará conservar la calma. Procurará empezar bien relajada; se despedirá de las visitas unos 15 minutos antes de la hora y durante este tiempo se intentará relajar. 

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